El acuerdo sobre Ucrania "es un triunfo de la diplomacia rusa"
El acuerdo de Ginebra sobre Ucrania es un éxito de la diplomacia rusa, dicen los expertos. Es más, Occidente entendió que la reincorporación de Crimea en Rusia es ya un hecho consumado, añaden en el Ministerio de Exteriores.
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"La declaración final incluye los puntos de vista de todos los participantes de las negociaciones. Por lo tanto, es un éxito, por supuesto", concluyó Súshentsov.
La declaración final incluye los puntos de vista de todos los participantes de las negociaciones. Por lo tanto, es un éxito
No solo en Rusia piensan que los acuerdos de Ginebra son un éxito. Según la ministra de Exteriores de Italia, Federica Mogerini, las negociaciones de este jueves significan "un giro de la crisis ucraniana y el inicio de una fase de diálogo". Se trata de "un paso importante" para solucionar la crisis ucraniana y el nacimiento de una posibilidad para prevenir la división de Ucrania, añadió el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, citado por Ria Novosti.
Además, el representante permanente de Rusia ante la ONU en Ginebra, Alexéi Borodavkin, dijo al diario 'Nasha Gazeta' que "nuestros socios occidentales se han dado cuenta de que la reunificación de Crimea con la Federación de Rusia es un hecho consumado, por eso objetar es poco práctico y contraproducente".
Señaló que EE.UU. y la UE también han tenido conciencia sobre otro hecho evidente para Rusia: "no es la situación en Crimea la que es peligrosa, sino lo que está sucediendo en Ucrania, es decir, la división de la sociedad ucraniana, que provocaron los propios EE.UU. y la UE".
Gracias a los esfuerzos de la diplomacia rusa, Rusia, EE.UU., la UE y Ucrania acordaron en la reunión a cuatro bandas celebrada en Ginebra la hoja de ruta para rebajar el conflicto ucraniano.
El documento aprobado ofrece varias medidas para arreglar la situación en Ucrania, que supone ante todo la amnistía a los manifestantes quienes no hayan cometido crímenes graves. La declaración estipula también el desarme de todos los grupos armados en Ucrania y la devolución de los edificios ocupados ilegalmente a sus legítimos propietarios.
Los jefes de la diplomacia de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia (Catherine Ashton, John Kerry y Serguéi Lavrov, respectivamente) se reunieron en Suiza para una ronda de consultas con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano en funciones, Andréi Deshitsa, sobre el conflicto interno y los problemas que vive Ucrania. El evento ha estado precedido por un breve encuentro bilateral entre Lavrov y Kerry.
La reunión a cuatro bandas endosó la responsabilidad de la salida de la crisis a "las partes ucranianas" del conflicto. Al mismo tiempo el documento aprobado no contiene ninguna mención de las futuras elecciones en el país.
Rusia reafirmó que no tiene intención de desplegar sus tropas en territorio de Ucrania, al que considera un país "amistoso". Una decisión en esa dirección va en contra de los intereses fundamentales de Rusia, aseguró el ministro en la rueda de prensa posterior al encuentro.
En Ucrania está en vigor la ley de la neutralidad político-militar, recordó el jefe de la diplomacia rusa. La alteración de este estatus socavaría todos los esfuerzos para encauzar la cooperación y la interacción constructiva sobre todas las cuestiones relacionadas con la superación de la crisis actual, señaló la parte rusa durante las negociaciones.
La misión de los observadores de la OSCE enviada al país debe desempeñar un papel clave, ayudando a los ciudadanos ucranianos a resolver la crisis que viven. "Hemos destacado la importancia de la estabilidad económica y financiera de Ucrania, que está seriamente socavada", dijo Lavrov.
"Vamos a procurar que la misión desempeñe su trabajo honestamente, objetivamente y que dirija sus esfuerzos a todos los aspectos que han sido mencionados en nuestra declaración. Esto incluye las tareas más importantes en nuestra opinión, como la liberación de todos los detenidos por haber participado en las protestas políticas –precisó–. Hemos destacado especialmente la situación del gobernador popular de Donetsk, Pável Gúbarev".
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, que ofreció su visión de la solución para Ucrania después del diplomático ruso, le agradeció a Lavrov su capacidad de trabajar y mantener el diálogo de una manera constructiva, igual que al representante de Ucrania, Andréi Deshitsa. Todas las partes implicadas en el conflicto en Ucrania deben renunciar a la violencia, el extremismo y las manifestaciones nacionalistas, agregó Kerry.
Durante una corta pausa en las negociaciones previa a la rueda de prensa el ministro de Exteriores ruso admitió que los países occidentales tienden a "interpretar esta reunión como un reconocimiento y una legitimización por Moscú de las nuevas autoridades en Kiev". "No lo será", afirmó Lavrov.
Los jefes de la diplomacia de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia (Catherine Ashton, John Kerry y Serguéi Lavrov, respectivamente) se reunieron en Suiza para una ronda de consultas con el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano en funciones, Andréi Deshitsa, sobre el conflicto interno y los problemas que vive Ucrania. El evento ha estado precedido por un breve encuentro bilateral entre Lavrov y Kerry.
La reunión a cuatro bandas endosó la responsabilidad de la salida de la crisis a "las partes ucranianas" del conflicto. Al mismo tiempo el documento aprobado no contiene ninguna mención de las futuras elecciones en el país.
Rusia reafirmó que no tiene intención de desplegar sus tropas en territorio de Ucrania, al que considera un país "amistoso". Una decisión en esa dirección va en contra de los intereses fundamentales de Rusia, aseguró el ministro en la rueda de prensa posterior al encuentro.
En Ucrania está en vigor la ley de la neutralidad político-militar, recordó el jefe de la diplomacia rusa. La alteración de este estatus socavaría todos los esfuerzos para encauzar la cooperación y la interacción constructiva sobre todas las cuestiones relacionadas con la superación de la crisis actual, señaló la parte rusa durante las negociaciones.
La misión de los observadores de la OSCE enviada al país debe desempeñar un papel clave, ayudando a los ciudadanos ucranianos a resolver la crisis que viven. "Hemos destacado la importancia de la estabilidad económica y financiera de Ucrania, que está seriamente socavada", dijo Lavrov.
"Vamos a procurar que la misión desempeñe su trabajo honestamente, objetivamente y que dirija sus esfuerzos a todos los aspectos que han sido mencionados en nuestra declaración. Esto incluye las tareas más importantes en nuestra opinión, como la liberación de todos los detenidos por haber participado en las protestas políticas –precisó–. Hemos destacado especialmente la situación del gobernador popular de Donetsk, Pável Gúbarev".
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, que ofreció su visión de la solución para Ucrania después del diplomático ruso, le agradeció a Lavrov su capacidad de trabajar y mantener el diálogo de una manera constructiva, igual que al representante de Ucrania, Andréi Deshitsa. Todas las partes implicadas en el conflicto en Ucrania deben renunciar a la violencia, el extremismo y las manifestaciones nacionalistas, agregó Kerry.
Durante una corta pausa en las negociaciones previa a la rueda de prensa el ministro de Exteriores ruso admitió que los países occidentales tienden a "interpretar esta reunión como un reconocimiento y una legitimización por Moscú de las nuevas autoridades en Kiev". "No lo será", afirmó Lavrov.
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